Durante muchos años el consumidor adquiría las falsificaciones casi en su totalidad en mercadillos o rastros. Con el paso de los años estos productos fraudulentos se han colado en comercios y grandes superficies de venta. Sin embargo, con la creciente demanda de productos en internet el foco de las falsificaciones se encuentra en la red. Actualmente, se estima que más del 70% de los europeos realizan compras por internet y que, según estudio conjunto de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), se estima que los productos falsificados representan el 6,8 % de las importaciones de la Unión Europea (UE) por valor de 121.000€M.
Dicho esto, podemos hacernos una idea de los peligros que conlleva la digitalización de la compra y venta de productos debido al alto número de falsificaciones en internet. No obstante, no debemos caer en el error de pensar que el único peligro de una falsificación es encontrarnos con productos que no cumplen con nuestras expectativas. Las falsificaciones suponen un enorme riesgo para la sociedad en general, el panorama empresarial y al individuo como tal.
La sociedad se ve duramente afectada en su totalidad sufriendo gravemente de perjuicios sociales, económicos y medioambientales. Esto se debe a que las falsificaciones evaden todos los controles de calidad y seguridad obligatorios para la comercialización legal de cualquier producto. Cabe añadir que existe una alta correlación entre grupos de delincuencia organizada y la venta de falsificaciones viéndose involucrada esta actividad en otras como:
- Tráfico de drogas.
- Trabajo forzado, incluyendo la explotación infantil.
- Fraude y fraude documental.
- Blanqueo de capitales.
Desde la perspectiva económica, las grandes perjudicadas por las falsificaciones son las PYMES, las cuales constituyen el panorama empresarial español casi en su totalidad. Se estima que se pierden 83.000€M de ventas al año en 11 sectores clave de la economía, 15.000€M en impuestos y cotizaciones a la seguridad social, y se estima que cada año se pierden 670.000 puestos de trabajo en toda la Unión Europea.
A pesar de esto, el empresario medio también sufre de forma más directa los efectos de las falsificaciones viendo como sus derechos de P.I son gravemente vulnerados. Por un lado, debido a la comercialización de falsificaciones, el 33% de empresas con derechos de P.I han declarado una reducción del volumen de negocio, un 15% la pérdida de ventajas competitivas y un 27% declaró daños en su reputación. Por el otro, el empresario sufre de ciberocupación. Actualmente existen en internet a nivel mundial alrededor de 375M de nombres de dominio, que en muchas ocasiones corresponde a la denominación de la marca de la empresa. Con tal saturación en este canal de venta resulta imposible detectar una posible suplantación de nuestra marca por parte de un falsificador. Por ello, es muy aconsejable tener un servicio de vigilancia diaria de nuevas solicitudes de marca. Con ello, podemos detectar a tiempo posibles imitadores e impedir su entrada al mercado y las consecuencias negativas que esto supondría.
Por último, cabe destacar que a pesar de que el individuo de a pie se ve indirectamente afectado por todo lo anterior, también puede sufrir consecuencias muy graves por la compra, consciente o inconsciente, de una falsificación. Estos riesgos directos amenazan gravemente la salud y la seguridad todos los consumidores debido al aumento de falsificaciones en medicamentos y productos farmacéuticos. Este fenómeno se ha agudizado en los últimos dos años con la pandemia del COVID-19 constituyendo un mercado farmacéutico fraudulento valorado en 400€M. El mayor peligro de estos medicamentos es la exposición a productos químicos peligrosos, pero también preocupa la composición de estos productos con ingredientes o componentes peligrosos.
Con toda esta información expuesta se espera poder concienciar a los consumidores de los peligros y consecuencias perjudiciales de la compra de falsificaciones y reducir así su consumo.
Desde ALVAMARK, nos unimos a la concienciación sobre esta problemática, difundiendo la importancia de la protección y defensa de los derechos de Propiedad Industrial, ayudando a las pymes a potenciar su competitividad en el mercado.